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Hoy regresamos de esta cueva con un sentimiento de malestar. No es justo encontrar una cavidad en este estado. Ninguna cavidad. Ni por el ecosistema que puede acoger, ni por la belleza de sus formaciones, ni por la estética, ni por el deporte que practicamos y que tanto nos ofrece, ni por nada. Hoy nos da igual hasta su nombre. Practicamos la espeleologia, entre otras cosas, para disfrutar del medio subterráneo, con respeto y cuidado, con admiración por la belleza de tantos rincones y la delicadeza de muchas de sus formaciones. Pasamos casi inadvertidos y dejamos que la oscuridad, el tiempo y el silencio, permanezcan intactos.
Siento decirlo pero en esta ocasión, como en muchas y pagando justos por pecadores dónde los llamados pueblerinos, paletos, paisanos ... cerdos en general ( con perdón para dichos animales), dan nombre y generalizan a los habitantes de los pueblos y no siendo justo en forma alguna. Sin embargo existen y los hay. Quienes viven en las cercanías de esta cavidad son capaces de tirarse durante años la mierda así mismos y levantar la cabeza como si nada. Pero que pueblo más bonito tenemos , eso si.
Cantabria infinita ... solo para algunas cosas y cuando interesa.
Un evidente y triste caso de cómo en algunos lugares en los que, curiosamente, se vive del turismo se cuida la cara que se ve y se tira la mierda por debajo del felpudo.
Pondremos el caso en manos de especialistas y propondremos alguna jornada de limpieza ... porque poco más podemos hacer mientras las costumbres no mejoren, necesitamos educación , respeto, sentido común.
Una cavidad poco conocida, con unas formaciones dignas de ver.
FECHA: 20-04-2018
